Maite Pérez: “El equipo humano que forma KL está lleno de personas que me han acompañado y apoyado a través de todos estos años. Es algo que valoro mucho”
¿Cómo iniciaste tu etapa en KL?
Me llamo Maite y empecé a trabajar en KL katealegaia hace 33 años, gracias a una amiga que me informó de que había una empresa que ofrecía trabajo a personas con discapacidad. Hice una entrevista de trabajo y al poco tiempo me seleccionaron. Recuerdo que me hizo mucha ilusión, me llamaron un día antes de navidad y estaba tan feliz que casi no me salían las palabras.
Aquello no era aún KL katealegaia tal y como lo conocemos ahora, sino pequeñas iniciativas locales. El taller donde comencé mi etapa estaba situado en Martutene, y éramos un pequeño equipo de 12 trabajadores en total de los cuales ya solo quedamos dos. Es increíble cómo pasa el tiempo. Empezó siendo mi primer trabajo y único trabajo, y después de tantos años, estoy a punto de jubilarme.
¿Cuál ha sido tu experiencia en KL, tanto en lo personal como en lo profesional?
Mi experiencia en KL ha sido muy positiva, me he sentido parte de una gran familia desde el comienzo y me voy muy agradecida por todo. El equipo humano que forma KL está lleno de personas que me han acompañado y apoyado a través de todos estos años, siempre dispuestos a echarme una mano y ayudarme en todo. Es algo que valoro mucho.
Yo tengo un discapacidad de movilidad y suelo tener caídas, pero todos mis compañeros y compañeras han estado siempre ahí para ayudarme, y no solo eso, el sentimiento de equipo y de familia dentro de la organización va más allá, cuando alguien siente que has tenido un mal día, enseguida te ayudan a sentirte mejor. Nos ayudamos entre todos.
En lo profesional se crece mucho. Cuando vienes de no haber trabajado nunca, a trabajar en una empresa como KL, haces lo posible por mejorar y demostrar que estás a la altura de lo que requiere tu trabajo. Mostrar tu valía como persona es vital.
Mi trabajo en KL era de despiece, aunque a veces también realizaba bolsas de antenas, eran trabajos sencillos sin mucho peso, adecuados a mi condición física.
En todos estos años ¿Qué evolución crees que ha experimentado KL katealegaia como empresa?
Mucha evolución, ha sido una evolución progresiva con los años que ha hecho que hoy KL sea una empresa que cuida a sus trabajadores, que adapta los puestos y trabaja en las mejoras, que ha aumentado sus infraestructuras y que cuenta con un equipo de profesionales que velan por nuestra seguridad y gestiona el rumbo de la organización. Es una maquina bien engrasada, de la que yo he sido partícipe desde el inicio, hasta hoy.
¿Qué valores tiene KL que le hacen diferente a otras empresas?
Muchos de nosotros sin empresas como KL no tendríamos acceso a mercado laboral, desgraciadamente. Creo que a todos deberían darnos la oportunidad de trabajar. Las personas con discapacidad tenemos el mismo derecho que cualquier otra persona, y también queremos trabajar.
¿Qué planes tienes ahora para esta nueva etapa de jubilación que comienzas?
Han sido tantos años, que ahora se me hace extraño pensar en que afronto una nueva etapa en mi vida, pero la recibo con ilusión y con muchos sueños aun por cumplir. Me he apuntado a tres cursillos; uno de pilates para seguir haciendo ejercicio y cuidar mi cuerpo, otro de dibujo y pintura, pues me encanta el arte renacentista en toda su expresión y un último que me hace mucha ilusión sobre narrativa creativa con Luisa Etxenike, escritora de Donostia, con quien ya realicé dos cursillos hace un tiempo en Okendo y que ahora quiero mejorar mi narrativa, para quien sabe si escribir un libro de aquí a un tiempo.